martes, 27 de mayo de 2014

Plan de comunicación externo

En un centro educativo conviven varios grupos de personas; es habitual señalar a tres grupos: alumnado, profesorado y padres. Sin embargo, mirando un poco más ampliamente podemos señalar un total de cinco grupos:
  • Alumnado: Es el grupo central del centro. Su proceso educativo debe articular todas las intervenciones sin ocultar la necesidad de su responsabilidad.
  • Profesorado: Naturalmente es el otro gran referente de la educación y existe la tendencia a situarlo como el elemento central. Su protagonismo debe pasar por saber incentivar el protagonismo educativo del alumnado. He ahí su vocación de servicio y la clave de su respuesta profesional. 
  • Padres: Es la tercera pata del banco... pero realmente es el motor inicial del proceso educativo. Salvando las dificultades laborales se ha de intentar conectar con los padres para asegurar una coincidencia en los criterios educativos.
  • Trabajadores: En un centro educativo hay numerosos profesionales que intervienen en él y sin su trabajo no se podría realizar la tarea de educar; no nos referimos a orientadores, PT... pues ellos también son educadores. Nos referimos a conserjes, personal de limpieza, comedores,.. son muchos para enumerarlos y tiene también una responsabilidad educativa.
  • Entorno educativo: El servicio educativo necesita de otros servicios con los que es necesario entrar en comunicación: mantenimiento, proveedores, libreros,... Aquí se deben incluir también los elementos de la comunidad educativa que son el entorno social del centro: Ayuntamiento, empresas donde se realizan las FCT...

La actividad social del centro como se ve es variada y en el momento de planificar la intervención en cada uno de esos sectores no debemos olvidar tres elementos:
  • Personal: En el centro hay personas que toman decisiones normalmente con buena intención y con un criterio establecido. Pero esas decisiones, sean correctas o no, han de llegar por diversos cauces a los cinco grupos referidos. Las decisiones que se tomen han de realizarse con criterios profesionales eliminando planteamientos subjetivos.
  • Ambiental: Aclarado el punto personal, no debemos olvidar que toda decisión, sea cual sea, tiene una repercusión en el entorno del centro: crea un estilo de intervención o una determinada percepción de la realidad que influye en todos los agentes que tratan con el centro con independencia de su grado de cercanía e implicación con el mismo.
  • Institucional: Las diversas actuaciones son percibidas como una intervención realizada por una institución con un peso fuerte en la comunidad educativa. Esto genera una responsabilidad hacia dentro y hacia fuera de la institución. En la medida en la que las decisiones tiene una coherencia se marca un estilo. A esto debemos añadir que la propia dinámica institucional de un centro educativo hace que muchas de sus actuaciones tengan un peso institucional y estructural importante. Se ha de ser muy consciente de esta realidad.
Estos cinco grupos, y con estas tres dimensiones, fundamentan la necesidad de ser consciente y de planificar la forma de relacionarse con todos ellos mediante un plan de comunicación sin perder de vista que el objetivo es el proceso de enseñanza y aprendizaje.

No se trata de crear un artificio teórico que pese como una pesada carga a la hora de abordar la relación con los cinco colectivos. Se trata más bien de articular una reflexión que lleve a establecer unas premisas claras de cómo actuar en la información que entra y sale del centro.

El proceso de comunicación en el centro afecta a toda su actividad y es punto de vista determinante a la hora de realizar cualquier planificación. Sirva como ejemplo que el proceso evaluador es igualmente un proceso comunicativo y en función de cómo se contemple la naturaleza de esa comunicación se optará por unas herramientas que lo vehiculen. Si la comunicación que acontece en la evaluación es unidireccional, porque solo hubiera proceso de enseñanza y no de aprendizaje, por lógica se optará inevitablemente por herramientas que respondan a esa lógica.

Teniendo presente esta consideración, articular un proceso de comunicación completo en el centro acabará teniendo consecuencias en el proceso de enseñanza aprendizaje, si es que no parte tal plan de comunicación de una percepción y una prácticas diferentes de la evaluación.

Con estos colectivos el centro ha de manejar canales diferentes en función de los objetivos de lo que se quiera comunicar:

  • Sitio web: Es el canal institucional de la comunicación. En él se publica toda la información oficia destinada a todo el centro educativo. Aquí se articulan los procesos institucionales: matrícula, horarios, tutorías, información didáctica.
  • Aula virtual: Es el canal de comunicación principalmente didáctico que el docente utiliza con sus alumnos en entornos que es necesario que sean protegidos.
  • Bitácora del centro: Si el sitio web articula la información institucional y administrativa, esta herramienta vehicula la información didáctica de tipo general: buenas prácticas educativas del centro, experiencias de formación del centro, actividades complementarias y extraescolares, biblioteca escolar (si no dispusiera de blog específico).
  • Bitácora de aula o del profesor: Instrumento comunicativo esencialmente didáctico. El centro debe tener un estilo que identifique las bitácoras de los docentes para dar coherencia comunicativa al estilo docente del centro.
  • Redes sociales corporativas: La información vía web es útil y completa en la mayor parte de los contextos, pero en situaciones de movilidad el canal de comunicación más adecuado es una red social. Las redes sociales permiten dan una información más ágil. Igualmente nos van a servir para difundir de forma más rápida y horizontal la información institucional (en sus diversos grados) del centro educativo.

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